Este es mi espacio, mi lugar, mi pequeño rincón en la web, donde expreso mis locuras y las buichitadas de quien me acompaña.

Viajar, hacer deporte o escuchar música tomando alguna que otra cerveza son algunas de mis locuras y sobre eso aqui os voy a hablar y también a fantasear.


** Goza del aire libre y vive tu vida con humildad disfrutando de las cosas pequeñitas, porque esas son las cosas que realmente te harán ser feliz.

BELGICA: Bruselas, Amberes, Brujas y Gante

Bélgica es un país relativamente pequeño cuyo principal interés turístico reside en su capital Bruselas, la ciudad más grande y principal sede administrativa de la Unión Europea (UE), así como en la región de Flandes, destacando las ciudades de Brujas, Gante, Amberes y Lovaina.
Nosotros elegimos visitar Bruselas, Brujas, Gante y Amberes, descartando Lovaina, dado que nuestra visita, con una duración de cuatro días a finales de octubre de 2015, nos iba a permitir conocer estas 4 ciudades holgadamente y así poder disfrutar de una de nuestras pasiones y actividad de gran interés en esta región como es disfrutar de una buena cerveza, aunque cabe decir que cuatro noches es tiempo más que suficiente para conocer también Lovaina.
* Para llegar a Bélgica desde España, lo normal es hacerlo volando a Bruselas, para ello se presentan dos opciones: Volar directamente al aeropuerto de Zaventem situado en Bruselas o volar al Aeropuerto de Charleroi, situado a una hora mas o menos de la capital.
Al aeropuerto de Bruselas Zaventem vuelan compañías de primera como Iberia, mientras que a Charleroi vuelan compañías low cost como Ryan Air. Nosotros decidimos volar con Iberia a Bruselas, ya que la diferencia de precio entre ambas opciones era de tan solo 40 euros, suponiendo el vuelo con Iberia un coste de 120 euros, y ofreciendo además mejor opción de desplazamiento al centro de la ciudad, ya que el propio aeropuerto tiene una estación de tren que conecta con la estación central de Bruselas en tan solo 15 minutos; esta estación no tiene perdida, dado que se encuentra en el nivel inferior del aeropuerto y está perfectamente indicada. La duración del vuelo es de 2 horas y 15 minutos.
Si vuelas a Charleroi deberás tomar un autobús que te lleve hasta el centro de Bruselas que te supondrá bastante más tiempo.

* Pues bien, una vez elegido el aeropuerto al que volar, debes decidir el itinerario del viaje, para ello dispones de dos opciones: fijar tu base en Bruselas y pernoctar aquí todas las noches desplazándote por el día al resto de ciudades, o hacer noche en las mismas. Ambas son perfectamente validas y la elección depende de los gustos y necesidades de cada uno.

Nosotros decidimos pasar nuestra primera noche en Brujas, dado que nos llamaba la atención disfrutar de esta ciudad tan romántica con su iluminación nocturna que le arroja un encanto especial, reservando el resto de noches a la capital, desde donde nos moveríamos a Gante y Amberes.
Los hoteles que elegimos, como siempre a través de booking.com, fueron el Flats Leopold en Brujas, el cual posee un encanto especial acorde con el romanticismo de la ciudad, con el que quedamos realmente encantados; y el Aris Grand Place en Bruselas, con una situación inmejorable a un minuto caminando de la Grand Place y a tan solo tres de la estación Central, el cual ofrece buena relación calidad-precio sin grandes lujos.

Transporte: Moverse por Bélgica es sencillo, las ciudades son relativamente pequeñas y caminando podrás descubrirlas sin complicaciones. Para viajar entre ciudades, lo recomendable es hacerlo mediante tren, ya que las ciudades mencionadas disponen de estación que conecta directamente con las estaciones principales de Bruselas en poco tiempo.

- Tren: Los billetes no son especialmente baratos, de hecho, el transporte fue una de las cosas que nos pareció más caro en comparación con España, por eso debes tener en cuenta que la tarifa de fin de semana es mucho más económica y que además existe un bono de 10 viajes en tren que sale a 74 euros independientemente del lugar al que viajes y que es conocido como RAIL Pass para mayores de 26 años y como GO Pass para menores de esta edad (más barato); presta atención al detalle de la edad a la hora de sacarlo, ya que si eres mayor de esa edad y sacas el GO pass, el revisor te multará y créeme, pasa siempre.
El precio del billete en tren desde el aeropuerto a la estación de Bruselas Central es de 8,50 euros, ya que se paga una tasa aeroportuaria llamada Diabolo fee que incrementa el precio del billete.
Nuestro consejo es que pagues tu viaje desde el aeropuerto con normalidad y una vez llegues a Bruselas saques el RAIL pass en cualquier estación, para así desplazarte al resto de ciudades directamente con ese bono, ten en cuenta que cada viaje con el RAIL pass sale a 7,40, pero si lo emplearas para viajar al aeropuerto pagarías los 7,40 euros + la tasa aeroportuaria de 3 euros, sumando un total de 10,40 euros claramente superior a los 8,50. En el RAIL pass deberás poner el día de la semana, fecha y estación de origen y destino en cada trayecto y deberás rellenarlo al subir al tren, ya que cuando el revisor pase, éste debe estar escrito. Puedes consultar el precio de los billetes sencillos y comprobarás como desplazarte hasta Brujas fácilmente puede costar 15 euros, por lo que el bono de 10 siempre te va a interesar.
Debes conocer el nombre de las estaciones de tren a las que viajarás ya que tienes que poner su nombre en el bono Rail Pass, son las siguientes:
Bruselas → Brussels Centraal
Brujas → Brugge
Gante → Gent-Sint-Pieters
Amberes → Antwerpen Centraal

- Metro: el precio del billete de metro sencillo en Bruselas cuesta 2,10 euros, aunque igualmente puedes sacar bonos de 5 viajes ahorrando un poquito. Este billete te da derecho a usar la red de metro durante una hora una vez actives el billete en los lectores que hay en los tornos.
- Tranvía y autobús: La mayoría de estas ciudades cuenta con red de autobús y tranvía, nosotros sólamente utilizamos el tranvía en Gante, para llegar desde la estación al centro que queda algo retirado.

Idioma: El idioma en Bélgica no debe presentarse como un problema, nosotros encontramos infinidad de personas que chapurreaban español, si bien existe un conflicto con su idioma oficial, ya que al parecer se habla el francés y un dialecto conocido como flamenco, aunque a veces parecía que hablaban en alemán, holandés, etc. aquello si nos pareció un poco desesperante, pero bueno, como digo se hablaba bastante español, así que con un poco de ingles en principio creo que no tendréis mayores problemas.

Comida: Existen varios alimentos típicos de la zona que deberás probar, entre ellos principalmente:
- Mejillones: al vapor presentados en cacerola y con posibilidad de diferentes salsas. Los encontrarás por todas partes, por un precio de unos 20 euros puedes comer una cacerola de un kilo de mejillones con patatas.
- Patatas fritas: realmente buenas y presentadas acompañando a la mayoría de los platos, así como cucuruchos o tarrinas con diferentes salsas. Al parecer son fritas dos veces a diferentes temperaturas aportando una textura y sabor especial.
- Gofres: espectaculares, diferenciando entre el gofre de Bruselas, mas grande y más blando, y el gofre de Lieja, mas pequeño y más crujiente. Los vas a encontrar con todo tipo de relleno, nata, chocolate, frutas, etc., sencillamente prueba el que más te llame ya que suelen tenerlos expuestos, vas a flipar! Nosotros preferimos el gofre de Lieja, mucho más rico y crujiente, pero eso ya es cuestión de gustos.
- Carbonare a la flamenca: guiso de carne estofada elaborado con cerveza.
- Cerveza: un producto belga reconocido mundialmente ya que aquí encontrarás muchas de las mejores cervezas del mundo, si eres cervecero este es tu sitio, hasta mil marcas de cerveza encontrarás y cada una servida en su propia copa, increíble!!


BRUJAS

Bien, pues como comentaba arriba, elegimos pasar la primera noche en Brujas para después fijar nuestra base en Bruselas con el fin de conocer ésta y las ciudades de Gante y Amberes.
Llegar a Brujas en tren es muy sencillo y te llevará un tiempo de aproximadamente una hora, pudiendo partir desde cualquiera de las estaciones de Bruselas; en nuestro caso partiríamos desde Bruselas Central, pero igualmente salen trenes desde las estaciones Norte y Midi con una frecuencia de una media hora mas o menos.
En la estación central, entrando por la puerta principal encontrarás unos paneles enormes donde se reflejan los trenes que parten de la misma, así como el horario y anden del que salen; es muy sencillo orientarse y en caso de duda siempre queda preguntar a algún operario. Nosotros compramos aquí el bono RAIL Pass, puedes hacerlo en una ventanilla o en alguna de las máquinas expendedoras de billetes.
Debes tener en cuenta que para llegar a Brujas pasarás por la estación de Gante, por lo que puedes plantear una excursión de un día para conocer ambas ciudades; de hecho es una opción que mucha gente realiza, viajando primeramente hasta Brujas y parando a la vuelta en Gante.
Una vez llegues a la estación de Brujas (Brugge) puedes escoger la opción de coger un autobús, taxi o simplemente caminar ya que la ciudad es pequeña y en 10 minutos llegas fácilmente al centro.
 
El hotel elegido fue el Flats Leopold, un pequeño hotel familiar situado en pleno centro histórico de Brujas, en la calle Het Zand 26, junto al edificio rojo (en éste se encuentra la oficina de turismo), donde tiene su entrada principal por el restaurante, aunque en determinados días de la semana cuando el restaurante cierra, se accede por el callejón Hoogste van Brugge 2.
El hotel está muy bien, es muy acogedor y el trato de los empleados fenomenal, quedamos gratamente encantados y sin duda repetiríamos; la habitación muy coqueta con el baño renovado en su totalidad y un buen desayuno tipo buffet. La única pega como habíamos leído por Booking es el tema de su estrecha y empinada escalera, pero vamos que en nuestro caso tampoco supuso el más mínimo problema. Su ubicación es excepcional!

Pues finalizado el check in, soltamos la maleta y la primera acción es probar la magnífica cerveza belga, así que salimos del hotel y nos detenemos justo enfrente de la salida del callejón del hotel, ya que ese día el acceso era por éste. El establecimiento se llama "Restaurant De Gouden Aap", el cual dispone de una elegante terraza como la mayoría de bares aquí, así que carta de bebidas en mano probamos la Brugse Zot, una cerveza artesanal de Brujas suave que sencillamente estaba buena. Nos encontramos cómodos en este sitio, relajados, acompañados por un simpático camarero que nos anima a probar otra cerveza, una que él mismo nos recomienda y que también es originaria de Brujas, así que aceptamos y probamos la que sin duda sería la mejor cerveza del viaje y seguramente de cuantas haya probado en mi vida, una cerveza excepcional, la Tripel Karmeliet, artesanalmente elaborada con tres cereales según la tradición carmelita, sin duda una gran cerveza que hará delicias tu paladar. En este punto y como el chico era bastante majete, decidimos también probar los típicos mejillones belgas y ya salir comidos, así que por un precio de 18 euros nos sirvieron una cacerola de 1,2 kg acompañados de las míticas patatas fritas.

Sin duda hemos acertado con nuestra elección, es mediodía y ya tenemos una formidable impresión sobre Brujas; aquí todo está muy cuidado, hay mucha paz y los lugareños tratan con mimo a los visitantes, así que comenzamos a caminar y a medida que avanzamos vamos quedando más impresionados.
La ciudad guarda una línea muy simétrica: calles empedradas, pequeñas casas coloreadas, canales de agua y algunas construcciones medievales resaltan el carisma de esta ciudad acompañada por el silencio y el magnífico olor a chocolate que emana de algunas tiendas. Diversos establecimientos cerveceros y tiendas de souvenirs pretenden atraparte mientras caminas acompañado por el sonido de los coches de caballos.
 
 

Brujas es una ciudad muy cuidada, con mucho encanto; considero que es una ciudad muy romántica, con muchos rincones que descubrir paseando tranquilamente y disfrutando de ese alma especial que te va atrapando, acompañado de su carácter medieval. A medida que anochece va creciendo su magia y su misterio, es una sensación increíble acompañada de una inmensa paz solamente rota por el sonido de los coches de caballos. Su iluminación por las estrechas calles empedradas que cruzan los canales te hace sentir bien, relajado y con ganas de detener el tiempo, como digo posee un alma especial que sobrevive inmune al paso del tiempo
 


Que ver en Brujas: no voy a hacer mucho incapié en este asunto dado que los monumentos típicos de la ciudad los encontrarás en cualquier guía, siendo principalmente la Grote markt, plaza Burg, Begijnhof, lago Minnewater, Sint-janshospitaal, Onze Lieve Vrouwekerk (Iglesia de nuestra señora) y Sint-Salvatorskathedraal (catedral).
 
 
Lo mejor es seguir vuestro propio camino, cada lugar merece la pena, cada rincón puede ser mágico, todo depende del momento, así que déjate llevar por su armonía y descubre tu camino. Nuestro recorrido comenzó bajando desde el hotel hacia el lago minnewater para después subir hacia el Sint-janshospitaal continuando hasta la Grote markt y regresar al hotel pasando por la catedral.
Si me voy a detener un momento en reseñar algunos lugares que me gustaron especialmente como fueron el rincón de los cisnes del Minnewater, el Sint-janshospitaal o el Beer Wall, un local donde podrás tomar una cerveza junto al canal y ver como anochece disfrutando de una maravillosa vista sin igual.
Es también recomendable realizar el tour en barca por los canales que dura unos 30 minutos y que cuesta unos 7 euros, pero que nosotros no probamos en Brujas ya que estábamos emocionados caminando y bebiendo cerveza, reservando esta experiencia a los canales de Gante.


 
Para finalizar la jornada, cenamos en la Grote Markt en el restaurante La Civiere Dór donde comimos una buena pizza con una cerveza Leffe doble y un gofre belga con helado y chocolate de postre, para después caminar tranquilamente de vuelta al hotel.
A la mañana siguiente tras un merecido y más que correcto desayuno, dejaríamos nuestro hotel en Brujas para caminar de vuelta a la estación de tren rumbo a Bruselas.
 
 

BRUSELAS
 
Una vez tomamos nuestro tren en Brujas llegamos a la estación de Brussels Centraal en una hora, donde nos apeamos y caminamos hacia nuestro hotel, el Aris Grand Place situado en Rue du Marché aux Herbes 78-80, en pleno centro a escasos metros de la Grand Place y cuya ubicación es excepcional, ya que podrás visitar todos los lugares de interés caminando excepto el Atomium  que se encuentra en las afueras de la ciudad y al que es recomendable llegar en metro. El hotel está bastante bien, sin lujos pero con lo necesario para pasar tres noches confortables; justo enfrente tienes establecimientos para desayunar, comer y cenar.

Que ver en Bruselas: Grand Place, Atomium, Maneken Pis, Jeanneke Pis, Palacio de Justicia, Galerías Saint Hubert, Palacio Real, Parque del Cincuentenario o el Barrio Europeo son algunos de los lugares más típicos. Os recomendaré también recorrer los barrios de Les Marolles y Saint Gery, así como disfrutar de la magnífica vista del Mont des Arts.
 
Una vez realizado el check-in, salimos a explorar la ciudad, nuestra idea es dedicar este segundo día del viaje a conocer Bruselas en su mayor parte, sobre todo aquellos lugares de interés que se encuentren más alejados del centro, para así dedicar los dos días restantes a Gante y Amberes, con la posibilidad de seguir visitando el centro de Bruselas a la vuelta de ambas ciudades.
 
Pues como no podía ser de otra manera, cruzamos la Grand Place, cabe decir que es muy bonita, sin duda una magnifica vista recomendada de día y de noche. Seguimos caminando pues la intención es dirigirnos primeramente al Palacio de Justicia, un impresionante edificio con bóveda de 100 metros de altura donde se albergan los Juzgados y cuyo interior puede visitarse gratuitamente. Para llegar hasta aquí caminamos cruzando el barrio de Les Marolles, un barrio vintage con tiendas de antigüedades con un ascensor callejero que sube justo hasta el Palacio, desde aquí la vista sobre Bruselas es buena, hay bastante altitud y se puede contemplar la mayor parte de la ciudad, incluso el Atomiun que brilla en la lejanía; en este punto un edificio llamaría nuestra atención, la Basilica del Sagrado Corazón, cuyo tejado verde resalta y se hace importante entre el resto de edificaciones, así que una vez más utilizo mi fantástica aplicación Oruxmpas para buscar sobre el mapa qué edificio es ese que me llama y qué parada de metro es la más cercana para conocerlo, añadiéndolo a nuestro itinerario.


 
Pues bien, visitado el Palacio de Justicia nos dirigimos al Atomium en metro, para ello accedemos por la estación de Louise a escasos metros del Palacio y tomamos la línea 6 hasta la parada de Heysel. El camino en metro te supone unos 20 minutos y entre estaciones puedes contemplar pinturas y esculturas que las decoran, cabe decir que recorrer Bruselas te sorprende con pinturas o proyecciones sobre las fachadas continuamente.
Salimos del metro y rápidamente contemplamos el Atomium, sus 100 metros de alto y su brillo resaltan con poderío entre una zona empresarial y un frondoso parque. Para nosotros no representa más allá que un símbolo de la ciudad sin especial interés, así que visionado por fuera y tras tomar varias fotografías, nos ahorraríamos los 11 euros de su entrada y un valioso tiempo y regresaríamos de nuevo al metro. Cabe decir que junto al mismo se encuentra un centro comercial de ocio y una atracción conocida como Mini-europe donde puedes visitar maquetas de varias ciudades de Europa, pero que nosotros igualmente descartaríamos.
 


De nuevo en el metro y de regreso al centro, nos detenemos en la estación de Simonis con la intención de acercarnos al edificio de la Basilica del Sagrado Corazón, junto al parque Elizabeth donde damos un gratificante paseo acompañado por multitud de hojas caídas y colores otoñales. No pudimos acceder a la Basílica, aunque he de decir que en realidad el interior de estos edificios no nos interesa, normalmente agradecemos más las panorámicas exteriores, aún así creo que merece la pena detenerse y emplear una horita en recorrer este camino.
 




El siguiente punto de visita es el Parque del Cincuentenario, para ello debes hacer transbordo de metro en Arts-Loi y continuar por la línea 1 hasta la parada de Merode. Aquí encontrarás un monumento que recuerda a la Puerta de Brandenburgo en Berlin dominando el parque, acompañado por varios museos, como el del automóvil o de la aviación, al que fortuitamente entramos gratis ya que las puertas estaban abiertas pues quedaban tan solo 15 minutos para cerrar, tiempo suficiente para echar un vistazo general.


Recomendamos también la visita a este parque si hay tiempo, ya que además de ofrecer una potente vista, abre el camino de vuelta hacia el centro de Bruselas recorriendo a pie el barrio Europeo, el cual nos pareció interesante ofreciendo una arquitectura moderna, acristalada y diferente sencillamente iluminada y acompañada por cálidas terracitas donde degustar una cerveza acompañado de señores trajeados; resulta curioso detenerse en la puerta del Parlamento Europeo, lugar donde se reúnen los principales políticos y se toman las decisiones sobre el futuro de Europa.



Continuando a pie hacia el centro y ya completamente de noche, , atravesamos la Plaza Real y contemplamos la magnífica vista del Jardín du Monts des Arts iluminado con varios colores y acompañado por el saliente de la torre del Ayuntamiento, una vista recomendada de día y sobre todo de noche.
 
Este sería el fin del objetivo turístico del día, regresando nuevamente a la Grand Place para verla de noche (imprescindible) y ya dedicarnos a tomar unas cervecitas y a cenar.

 

En sucesivas tardes visitaríamos el Palacio Real, además de pasear tranquilamente por el centro:

Palacio Real: No se puede visitar por dentro, pero merece la pena acercarse a verlo exteriormente ya que es realmente bonito con unos jardines muy cuidados. Justo en frente se encuentra el parque de Bruselas, es más bien pequeño pero aún así puede ofrecer un paseo agradable.

Maneken Pis: curiosa fuente en que su muñequito mea y que personalmente considero que no tiene mayor atractivo que cualquier otra fuente en que el muñeco mea o echa agua por un cántaro, limitando la visita a una simple foto, pero que es típico y mundialmente conocido y por tanto de obligada visita. La Jeanneke Pis es la versión femenina en la que es una muñeca la que mea, lo cual es más extraño y exclusivo pero que igualmente carece de mayor interés ya que además se encuentra alojada en un hueco de pared y vallada; está justo enfrente del Café Delirium.
 
 
Para tomar cervezas: Posiblemente el local más conocido de Bruselas sea el Café Delirium con una carta de hasta 1000 cervezas diferentes; presume de ser el más visitado y de encontrarse en pleno centro junto al Jeanneke Pis, la figurita de la muñeca meona. Pues nos dirigimos con la intención de probar su cerveza artesanal, la Delirium Tremens, una magnífica cerveza galardonada que en su día fue premiada como mejor cerveza del mundo. La verdad que esta visita nos decepcionó un poco ya que era viernes tarde y el local estaba abarrotado, resultando casi imposible encontrar asiento, pero aún así diré que merece la pena conocerlo, es muy grande con diferentes zonas y ambientes y gratamente decorado, sin duda es toda una referencia en la ciudad. Pedir en la barra de la sala principal fue un poco caótico a la vez que sorprendente ya que esta gente tiene un buen tinglado montado ahí con multitud de barriles y tuberías conectadas hasta los grifos que sirven la cerveza sobre la cabeza del barman, increíble.
Personalmente considero que hay que conocerlo y tomarse una Delirum aquí, pero el centro de Bruselas está repleto de locales que sirven infinidad de cervezas y que disponen de buenas terrazas calefactadas con abundante público, ofreciendo un ambiente agradable que te invita a recorrer las calles y efectuar continuas paradas para degustar una cerveza tras otra. En la mayoría de locales sirven la cerveza en su propia copa y acompañada de unos frutos secos; además es muy típico pedir algo de embutido con la cerveza.
En este sentido recomiendo caminar hasta el barrio de Saint Gery donde encontrarás un gran ambiente nocturno, aquí encontramos un rinconcito especial en la plaza de Saint Gery tomando un par de cervezas en un bar llamado Le Roi Des Belges.
Muy cerca de nuestro hotel y en la misma calle, en un callejón muy estrechito entre el restaurante Raphael y la tienda de Bier Temple hay una cervecería más discreta que el Café Delirium y mucho más tranquila que también merece la pena conocer.
 
Para cenar es muy típica la Rue des Bouchers repleta de restaurantes con terrazas calefactadas, donde serás continuamente abordado por su personal para que te sientes en su restaurante. Suelen ofrecer menú de noche completo por un precio de entre 18 y 25 euros, o medio menú por 10 ó 12 euros con un plato y cerveza de barril, bastante mala por cierto. Nosotros probamos esta zona y sinceramente no fue gran cosa, recomiendo buscar otras alternativas. Recomendamos una brasería muy próxima al hotel, frente a la puerta de las Galerías Saint Hubert cuyo cartel principal refleja el nombre de la cerveza Stella Artois, donde cenamos muchísimo mejor, más tranquilos y con un plato principal más una cerveza Tripel Karmeliet por un precio de 20 euros por persona.
 

AMBERES
 
Decidimos dedicar nuestro tercer día del viaje a conocer la ciudad de Amberes, era sábado y aunque en primer momento pensamos que esta sería la última ciudad en conocer, decidimos conocerla el sábado con todas las tiendas abiertas y así poder conocer el ambiente que ofrece dado que el domingo nos habían comentado que al estar todo cerrado la ciudad estaba muy matada.

Así que nuevamente cogemos el tren en la estación central y en unos 50 minutos llegamos a la estación de Antwerpen Centraal, ésta es sin duda un monumento más que ver en la ciudad, revestida en piedra y con una gran cúpula de hierro y cristal, es la estación más bonita de Bélgica.
 
Que ver en Amberes: Central Station, barrio de los diamantes, Mansión de Rubens, Groenplaatz, Catedral de nuestra señora, Grote Markt, Ayuntamiento, Casas gremiales, Castillo de Steen y la avenida Meir principalmente.
 
Pues bien, nuestro recorrido fue conocer el barrio de los diamantes, cruzar Stadspark hasta la calle Oudevaartplaats y tomar ésta hasta la avenida Meir girando hacia la Groenplaatz para seguir hasta la Grote Markt y finalmente llegar hasta el castillo de Steen. La vuelta hacia la estación de tren la haríamos directamente por la avenida Meir que en su último tramo ofrece la zona más comercial.
 
Os diré sobre el barrio de los diamantes que esperaba más, sencillamente nos pareció una zona fea con multitud de tiendas dedicadas a la venta de diamantes. Entramos en una especie de museo mezclándonos con un grupo organizado y tras visionar un par de salas lo abandonamos porque el objetivo final parecía ser la compra de los mismos sin mayor interés que expositores llenos y algunos útiles para su fabricación.
Continuamos caminando y atravesamos el parque Stadspark, donde los lugareños acuden a pasear y los más pequeños a jugar en la arena y algunos columpios, sencillamente un espacio verde que ofrece un agradable paseo sin más.
En una plaza situada entre las calles Oudevaartplaats, Nieuwstad y Meistraat, encontraríamos un curioso mercadillo donde se venden productos de alimentación que se degustan en la propia calle y donde algunos puestos instalan algunos taburetes siendo típico tomar vino blanco con marisco. Recomendamos pasar por este mercadillo y acercarse a la cultura de los lugareños degustando una copa de vino blanco, había mucho ambiente y pasamos un rato agradable, así que si viajas en sábado te recomendamos que te acerques, puedes comer además embutidos, patatas, panes, etc.


Tras inspeccionar detenidamente el mercadillo seguiríamos hasta la Groenplaatz, una bonita plaza con buen ambiente y la catedral al fondo donde comeríamos el típico cucurucho de patatas fritas comprado en un establecimiento muy pequeño dedicado exclusivamente a la venta de patatas llamado Max el cual es perfectamente reconocible dado que tiene un gran cucurucho de patatas de piedra en la puerta y donde los lugareños las compran para después comerlas sentados en algún banco de la plaza, sin duda recomendado, estaban buenísimas, las mejores que comimos en todo el viaje! si había tanta cola era por algo.




Seguimos caminando y disfrutando de las bellas vistas de la Catedral, las casas gremiales así como del ayuntamiento, sin duda la Grote Markt ofrece un homenaje para las retinas.
Por ultimo continuamos hasta el rio para visitar el pequeño Castillo de Steen que resulta discreto pero llamativo.
La vuelta como dije por la Avenida Meir hasta la estación de tren y vuelta a Bruselas.


Quizás Amberes fue la visita más rápida de todas las ciudades, se puede ver perfectamente en un par de horas tranquilamente, aunque nosotros evidentemente tardamos más ya que nos entretuvimos bastante en el mercadillo, regresando a Bruselas a eso de las 4 de la tarde. Aun así diré que me sorprendió para bien esta ciudad, había leído comentarios de todo tipo, algunos un tanto regulares, pero sin duda viajar en sábado y con buen tiempo hizo que la visita fuera gratamente satisfactoria. 



GANTE

Para llegar a Gante debes tomar la misma línea que va a Brujas, el tiempo de llegada desde la estación central es de unos 30 minutos. La estación de tren de Gante se encuentra un tanto retirada del centro histórico, por lo que es recomendable tomar algún tipo de transporte para evitarse la caminata, nosotros optamos por el tranvía ya que habíamos leído que se tomaba en la misma salida de la estación y fácilmente te dejaba en el centro por poco más de 1 euro, aunque la sorpresa fue que en domingo cada viaje en tranvía cuesta 3 euros, un precio bastante elevado si tenemos en cuenta que vamos a estar montados unos 10 minutos. Otra opción es el taxi o incluso el alquiler de una bicicleta, en Gante el uso de la bicicleta está muy extendido y en la propia estación se veían cientos de ellas.
Saliendo de la estación, a mano izquierda está la parada del tranvía nº 1, el cual tomaremos dirección Evergem Brielkiem, para después de unas 6 paradas apearnos. Para sacar el billete hay unas máquinas amarillas junto a la parada.

 Al igual que Brujas pero de forma más limitada, Gante también posee una interesante red de canales y un precioso centro urbano medieval que resulta bastante espectacular, siendo habitualmente la ciudad belga preferida por los viajeros, si bien considero que al ser una ciudad más grande y más evolucionada pierde encanto respecto a Brujas que permanece más inmune al paso del tiempo. Gante es realmente espectacular en cuanto a edificaciones medievales, pero tanto cableado de tranvía y autobuses debilita la majestuosidad de sus vistas, unido a la existencia de grandes comercios, aún así pasear por su centro histórico es algo que marcará tus retinas para siempre.
Nosotros llegamos alrededor del mediodía ya que nuestra intención era permanecer hasta que oscureciera para así disfrutar de la iluminación nocturna de la ciudad, recomendamos esta opción ya que como decía las edificaciones medievales son espectaculares ganando aún más atractivo por la noche, la vista nocturna desde el puente de San Miguel esa una imagen que difícilmente olvidarás. 
 
• Que ver en Gante: Catedral de Gante, Castillo de Gante, Torre Belfort, Iglesia de San Nicolás, Korenmarkt, puente de San Miguel, Iglesia de San Miguel, Lonja de la carne, Catedral de San Bavón, calles de Korenlei y Graslei, tour en barca por los canales y algo singular como es la Werregarenstraat o callejón de los graffitis.
 

Pues bien salimos del tren y nos dirigimos a la parada del tranvía, no tiene pérdida, está frente a la salida en el margen izquierdo. La estación tiene consignas, algunas sun de tamaño amplio para guardar una maleta, el problema es la disponibilidad dependiendo de la fecha, en nuestro caso no hicimos uso de ellas pero viene bien saber que están ahí.
Tomamos el tranvía de la línea 1 y nos bajaremos en la parada de Gent-Korenmarkt, después de 5 ó 6 paradas, no tiene pérdida ya que enseguida notarás que estás en el centro al notar la presencia de la Iglesia de San Nicolás.
 



Nos apeamos y comenzamos a caminar por el centro histórico, la Torre de Belfort rápidamente gana tu atención resaltando entre el resto de monumentos, su imponente altura se abre paso hacia el cielo dominando la ciudad; a la izquierda la Iglesia de San Nicolás trata de pasar desapercibida frente a la torre Belfort, será después cuando desde el puente de San Miguel esta iglesia muestre todo su potencial. Así que caminamos en sentido contrario a las agujas del reloj, nos dirigimos hacia la Catedral de San Bavón, su torre principal se encuentra en obras, situación de hace imposible disfrutar de su esplendor con garantías, aun así aquí todos los monumentos son medievales garantizando su interés. 



Retrocedemos ahora hasta la plaza Korenmarkt, muy ambientada y repleta de establecimientos con terraza, únicamente alterada por la presencia de un Media Markt, algo que rompe y desentona con la estética de la ciudad. Esta plaza es un buen lugar para detenerse a tomar un refrigerio, aunque nosotros decidimos continuar paseando un poco más, acabamos de llegar y queremos encontrar algún lugar especial, así que giramos por la calle Hoolard hacia el canal y llegamos a la calle Graslei, hay mucho ambiente y las terrazas de los bares están abarrotadas.
Comprobamos que por el canal discurren las barquitas al igual que en Brujas y en este caso decidimos hacer el tour que ofrece 40 minutos por 7 euros, así que lo reservamos rápidamente antes de que caiga más la tarde y se vaya el sol. Mientras esperamos a que salga nuestro bote, decidimos tomar una cerveza en un pequeño bar con fachada azul donde probamos la Tangerlo, una buena cerveza rubia de sabor suave que disfrutamos especialmente ya que hace muy buen día y la zona está muy ambientada, la vista es muy agradable; después una vez realizamos el tour en barca nos enterábamos de que este bar es el más pequeño de Gante, algo que arrojó un encanto especial al establecimiento. 


 

Pues bien nos montamos en la barca junto a otras 12 personas e iniciamos el tour en inglés aunque te dan una guía en español que puedes ir leyendo y que te va explicando la historia de la ciudad y los lugares por los que discurre el tour. La duración final es de unos 30 minutos, personalmente considero que merece la pena hacerlo, obtienes una visión diferente y descubres lugares y panorámicas que difícilmente encontrarás a pie, además el precio es más que asequible así que es una actividad recomendada; a posteriori nos arrepentimos de no haberlo hecho en Brujas, con una red más amplia.


Finalizado el tour nos detenemos nuevamente para comer algo y rápidamente continuamos para subir hasta la Grotenmarkt, pasando por la lonja de la carne y llegando hasta el castillo de Gravensteen. La vista desde la plaza de Sint Veerleplein es muy reconfortante, situada junto al canal, acompañada de típicas casas belgas y dominada por el castillo es sin duda otro lugar reseñable en la ciudad. Decidimos no entrar al castillo ya que según habíamos leído el precio de la entrada era algo elevado para lo que ofrece en su interior, así que simplemente nos adentramos hasta los tornos contemplando el patio interior y disfrutando mayormente de su estética exterior.

 Retomamos el camino dejando el castillo a la derecha y alejándonos del mismo para bajar hasta la calle Korenlei desde donde contemplamos de nuevo el canal de Leie desde el otro margen ahora con la Iglesia de San Nicolas de fondo. Continuamos y llegamos a pie del famoso puente de San Miguel, donde se encuentra la Iglesia con su mismo nombre y donde a nuestro parecer encontrarás la vista más espectacular de Gante, situate en el centro del puente y mira hacia la torre Belfort, sin duda no quedarás indiferente. 
En este punto creemos haber recorrido la mayoría de lugares de interés y tenemos una muy buena impresión de la ciudad, tenemos interés en esperar a que sea de noche, así que ampliamos el circulo y caminamos con la intención de descubrir nuevos rincones. En este sentido caminamos hasta el Ayuntamiento (Stadius Gent) y continuamos hasta la Werregarenstraat o callejón de los graffitis, algo singular aislado del resto de la ciudad. Seguimos hacia arriba hasta la iglesia de Sint-Jacobskerk y retrocedemos nuevamente hasta la plaza del castillo, hemos recorrido la mayor parte del centro histórico y solo queda esperar hasta la noche, así que nos relajamos disfrutando de una buena cerveza.  
 
Al igual que en Brujas, la iluminación nocturna arroja un interés particular a la ciudad, sin duda recomendamos ver la ciudad en ambas situaciones. Resulta imprescindible situarse de noche en el puente de San Miguel y contemplar una imagen espectacular que sin duda hará las delicias de todos los viajeros, este sería el broche de cierre en nuestra visita a Gante. 
 
De vuelta a la estación de tren, tomamos nuevamente la línea 1 de tranvía en la calle Veldstraat, frente a la Iglesia de San Nicolás. 
 

** Tras visitar todas las ciudades debo decir que sin duda Gante resultó ser la más espectacular de todas dado que posee edificaciones medievales increíbles, pero personalmente nos quedamos con Brujas, mucho más discreta, cuidada, romántica e inmune al paso del tiempo con un encanto especial. Creo que son 4 ciudades que vale la pena conocer, no te dejes arrastrar por aquellos que dicen que Bruselas no tiene que ver, a nosotros nos gustó bastante, tiene mucho ambiente y merece la pena dedicarle al menos un día entero.
 

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