Este es mi espacio, mi lugar, mi pequeño rincón en la web, donde expreso mis locuras y las buichitadas de quien me acompaña.

Viajar, hacer deporte o escuchar música tomando alguna que otra cerveza son algunas de mis locuras y sobre eso aqui os voy a hablar y también a fantasear.


** Goza del aire libre y vive tu vida con humildad disfrutando de las cosas pequeñitas, porque esas son las cosas que realmente te harán ser feliz.

LA MONTAÑA MÁGICA

La montaña mágica es una novela de Thomas Mann que se publicó en 1924 y que está considerada como la novela más importante de su autor y un clásico de la literatura en lengua alemana del siglo XX habiendo sido traducido a numerosos idiomas; pero no es de eso de lo que voy a hablar hoy aquí, seguro que lo que tengo que contaros os resultará mucho más interesante, sobre todo si sois aventureros, rurales o románticos, así que iniciaré el blog con una entrada sobre un lugar que descubrí hace ya algún tiempo y que es realmente especial.
Nuestra montaña mágica es un alojamiento rural situado en la provincia de Asturias, rodeado de vegetación y naturaleza pero muy próximo al mar, a una distancia de aproximadamente unos 10 km al sur del municipio de Llanes, cerca, pero apartado de la civilización, dominando la montaña como su propio nombre indica, siendo por todo ello un lugar mágico donde sin duda pasarás una estancia inolvidable que tendrás que repetir.
 
La carretera se estrecha y serpentea en sus reviradas curvas camino hacia la cima, vamos ganando metros y nos vamos alejando de la civilización, el paisaje adquiere belleza y la impaciencia nos domina; diviso cuatro casitas y compruebo que hemos llegado a "El Allende", una diminuta aldea que te hace pensar que ya has llegado, ¿será aquí donde termine nuestro viaje? me pregunto, pero observo una pequeña señal que me indica que debo continuar; la carretera sigue ascenciendo y por fin puedo contemplar cuan espectacular es nuestro destino, sin duda no me equivoqué cuando indagando por la web tuve la suerte de descubrir este lugar y formulé mi reserva. La carretera muere aquí y las vistas son espectaculares, estamos en plena naturaleza, con un precioso valle entre formaciones montañosas rodeadas de pastos y bosques, acompañados por ganado y caballos asturcones.
 
El lugar es envidiable, varias edificaciones forman el complejo rural que posee un encanto especial, adentrarse se asemeja a lugares de cuento, la sensación es indescriptible. Paro el motor del coche y nos acercamos a la recepción, pero allí no hay nadie, aunque todo está abierto, tocamos una campanilla y esperamos fuera. Al tiempo aparece un empleado de la finca que poco tiene que ver con la gestión del alojamiento, el hombre que viste mono, sombrero y botas de goma se muestra muy cordial y nos ofrece la llave de nuestra habitación, nos indica donde se encuentra y se marcha para continuar con su tarea.
Pasan al menos dos horas hasta que Carlos aparece, él es quien regenta el pequeño paraíso en que nos encontramos, pasa a saludarnos, nos facilita algo de información y enseguida se marcha, está claro que su política es la de ofrecer libertad a sus huéspedes.
 
Elegimos la habitación duplex y fue todo un acierto, chimenea, bañera hidromasaje, un porche con dos sillas en la entrada y un mirador espectacular desde la planta 2 junto a la cama y a la mesa con dos tresillos que se albergan para contemplar las espectaculares vistas del Naranjo de Bulnes y los Picos de Europa mientras respiras aire fresco y puro. Despertarse y abrir el ventanal es el mejor regalo para empezar un buen día.
 
Vista desde el balcón de la habitación
El complejo es en sí una finca de 12.000 m2 donde Carlos ha instaurado el alojamiento rural, acompañado por invernaderos y cuadras donde guarda caballos y ganado. El emplazamiento es ideal ya que disfrutaras de autentica paz, pero con la facilidad de acercarte en muy poco tiempo a Llanes y disfrutar de su ocio o su mar; también podrás perderte por las carreteras que cruzan los Picos de Europa disfrutando de un entorno privilegiado, recorrer la ruta del Cares o comer queso en Cabrales, hacer senderismo, mountain bike, o montar a caballo; pero lo que sin duda harás será desconectar, disfrutar de una estancia muy romántica, aventurera y sobre todo rural.
 
En nuestra estancia solo había dos habitaciones ocupadas y la sensación era la de aislamiento, lo cual hacia de aquel lugar aún más mágico y exclusivo al cual es más que evidente que volveremos.

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